domingo, 24 de octubre de 2010

Hoy Recordamos: SAN ANTONIO MARÍA CLARET


Nació en la villa de Sallent, provincia de Barcelona, el día 23 de diciembre de 1807.
-Fue obrero textil en su juventud
. Fue ordenado sacerdote en 1835 en Vic. Entre 1840 y 1847 actuó como misionero en Canarias y Cataluña, donde, en 1849, fundó la congregación de misioneros Hijos del Corazón de María. En 1849 recibió de Pío IX el nombramiento de arzobispo de Santiago de Cuba, adonde hubo de trasladarse hasta 1857, año en que regresó a España para ser nombrado confesor de Isabel II y arzobispo de Trajanópolis. Su influencia en la corte fue en alza y, en 1858, la reina decidió nombrarle administrador de El Escorial y encargarle la reconstrucción del monasterio. Fue objeto de numerosos atentados. Desaprobó el reconocimiento del reino de Italia por Isabel II (1865) y abandonó la corte; pero regresó pronto, por deseo de Pío IX y de la propia reina, a su cargo de confesor. En 1868 la acompañó en su destierro a Pau.
Murió en Fontfroide (Francia) el año 1870. Fue beatificado por Pío XI (1934) y canonizado por Pío XII (1950). Fiesta el 24 de octubre.
Es considerado Patrón de las cajas de ahorro, ya que fundó una en Cuba en beneficio de los pobres.
Sus experiencias místicas lo llevaron a levitar (alzarse del suelo).

Lecturas: CALENDARIO LITÚRGICO

Primera Lectura: Eclesiático 35,12-14. 16-8
"Los gritos del pobre atraviesan las nubes"

Salmo responsorial: 33
"Si el afligido Invocación al señor, él here El Escucha"

Segunda Lectura: II Timoteo 4, 6-8. 16-18
Ahora me aguarda la corona merecida "

Evangelio: Lucas 18, 9-14
"El publicano Bajo Una casa justificado su, El fariseo y no"

viernes, 22 de octubre de 2010

Hoy recordamos: SANTA MARÍA SALOMÉ


Santa María Salomé tenía tanto amor por Jesucristo, que le siguió hasta el Calvario, con Santa María Magdalena y María, madre de Santiago. Así, en el momento en que los discípulos abandonaban al Salvador, esta santa mujer le permaneció fiel. Ella proporcionó perfumes para ungir el cuerpo de Jesucristo y, el domingo, fue al santo sepulcro muy de mañana con sus dos compañeras. Allí, encontraron a un ángel que les anunció la resurrección de Jesucristo.

Lecturas: CALENDARIO LITÚRGICO


Viernes 22 de octubre de 2010

Primera Lectura: Efesios 4, 1-6

"Un solo cuerpo, un Señor, una fe, un bautismo"

Salmo Responsorial: 23

"Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor."

Evangelio: Lucas 12, 54-59

"Si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente?"

jueves, 21 de octubre de 2010

Hoy recordamos: BEATA LAURA MONTOYA (1874-1949)




La Madre Laura Montoya Upegui, estando aquí, en la Basílica de San Pedro en el mes de noviembre del año 1930, después de una viva oración eucarística escribe: «Tuve fuerte deseo de tener tres largas vidas: La una para dedicarla a la adoración, la otra para pasarla en las humillaciones y la tercera para las misiones; pero al ofrecerle al Señor estos imposibles deseos, me pareció demasiado poco una vida para las misiones y le ofrecí el deseo de tener un millón de vidas para sacrificarlas en las misiones entre infieles! Mas, ¡he quedado muy triste! y le he repetido mucho al Señor de mi alma esta saetilla: ¡Ay! Que yo me muero al ver que nada soy y que te quiero!».

Esta gran mujer que así escribe, la Madre Laura Montoya, maestra de misión en América Latina, servidora de la verdad y de la luz del Evangelio, nació en Jericó, Antioquia, pequeña población colombiana, el 26 de Mayo de 1874, en el hogar de Juan de la Cruz Montoya y Dolores Upegui, una familia profundamente cristiana. Recibió las aguas regeneradoras del Bautismo cuatro horas después de su nacimiento. El sacerdote le dio el nombre de María Laura de Jesús. Dos años tenía Laura cuando su padre fue asesinado, en cruenta guerra fratricida por defender la religión y la patria. Dejó a su esposa y sus tres hijos en orfandad y dura pobreza, a causa de la confiscación de los bienes por parte de sus enemigos. De labios de su madre, Laura aprendió a perdonar y a fortalecer su carácter con cristianos sentimientos.

Desde sus primeros años, su vida fue de incomprensiones y dolores. Supo lo que es sufrir como pobre huérfana, mendigando cariño entre sus mismos familiares. Aceptando con amor el sacrificio, fue dominando las dificultades del camino. La acción del Espíritu de Dios y la lectura espiritual especialmente de la Sagrada Escritura, la llevaron por los caminos de la oración contemplativa, penitencia y el deseo de hacerse religiosa en el claustro carmelitano. Tenía sed de Dios y quería ir a El “como bala de cañón”.

Esta mujer admirable crece sin estudios, por las dificultades de pobreza e itinerancia a causa de su orfandad, hasta la edad de 16 años cuando ingresa en la Normal de Institutoras de Medellín, para ser maestra elemental y de esta manera ganarse el sustento diario. Sin embargo, llega a ser una erudita en su tiempo, una pedagoga connotada, formadora de cristianas generaciones, escritora castiza de alto vuelo y sabroso estilo, mística profunda por su experiencia de oración contemplativa.

En 1914, apoyada por monseñor Maximiliano Crespo, obispo de Santa Fe de Antioquia, funda una familia religiosa: Las Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Sena, obra religiosa que rompe moldes y estructuras insuficientes para llevar a cabo su ideal misionero según lo expresa en su Autobiografía: Necesitaba mujeres intrépidas, valientes, inflamadas en el amor de Dios, que pudieran asimilar su vida a la de los pobres habitantes de la selva, para levantarlos hacia Dios 

Fue beatificada por Juan Pablo II el 25 de abril de 2004.